Preocupación en el Colegio por Malos Olores,  El Humedal Juan Amarillo: ¿una Amenaza para la Salud?

POR: JUAN SEBASTIAN ROMERO PACHECO CURSO: 907

La comunidad educativa del colegio ubicado en las cercanías del humedal Juan Amarillo ha manifestado su creciente preocupación por los constantes malos olores que emanan de esta importante reserva natural.

El olor a contaminación se ha convertido en parte de la vida diaria de estudiantes, profesores y personal administrativo, lo que está generando un ambiente de alerta ante los posibles riesgos para la salud.

El temor de la comunidad no es infundado. La exposición continua a estos olores, provenientes de la degradación de la calidad del agua y de los residuos que se acumulan en el humedal, podría provocar afectaciones respiratorias e incluso derivar en enfermedades más graves a largo plazo, como afecciones pulmonares. Los malos olores no solo alteran el bienestar diario, sino que también podrían ser indicadores de un deterioro más profundo en la calidad del aire y del ecosistema circundante.

Ante esta problemática, la comunidad educativa hace un llamado urgente a las autoridades competentes para que se tomen medidas inmediatas que frenen esta situación antes de que empeore. "Es necesario encontrar una solución para proteger la salud de los estudiantes y evitar que esta situación se agrave", señaló un miembro de la institución preocupado por el impacto que esta situación ya está teniendo en su vida diaria.

Las directivas del colegio también invitan a la participación activa de toda la comunidad educativa para buscar soluciones conjuntas y generar presión para que se realicen las intervenciones necesarias en el humedal. Se propone que, además de alzar la voz, se lleven a cabo acciones concretas como jornadas de limpieza, campañas de concienciación y la movilización de organizaciones ambientales para enfrentar este problema.

El humedal Juan Amarillo, un espacio natural que debería ser una fuente de biodiversidad y bienestar para la ciudad, se ha convertido en una amenaza latente debido a la falta de mantenimiento adecuado y la constante contaminación. Si no se toman acciones prontas y efectivas, el riesgo de enfermedades relacionadas con la contaminación seguirá aumentando, afectando no solo a los habitantes cercanos, sino también a la flora y fauna que dependen de este ecosistema.

La comunidad espera que este llamado de alerta no pase desapercibido y que las autoridades y grupos ambientales respondan a tiempo para evitar que la situación alcance un punto irreversible. La salud y el bienestar de la comunidad educativa dependen de ello.