Reflexiones sobre cómo debemos cuidar nuestras vidas en este año. Por Antonio Torres Moreno.
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2021: Un año en el que de nuevo la vida está en juego
Por Antonio Torres Moreno
Licenciado en Biología
Maestro de Ciencias Naturales (Jornada Tarde)
Colegio Nueva Colombia IED
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Sin lugar a duda, el año que hace apenas unas semanas despedimos ha sido y será uno de los más difíciles que hemos vivido. Jamás pensamos que la pandemia fuera a cobrar semejantes dimensiones y a tener tan negativas consecuencias. Y este año que recién comienza, ya nos presenta un panorama inquietante. Nuestro país atraviesa un segundo pico de la pandemia, Bogotá afronta una situación bastante complicada, y de nuevo se hacen señalamientos y se toman medidas que no dejan de generar controversias. Cuarentena estricta por localidades, restricciones a la movilidad, toque de queda nocturno, pico y cédula.
En este sentido vale la pena preguntarnos, ¿los altos niveles de contagio son responsabilidad exclusiva del comportamiento de la gente del común por las reuniones navideñas y por rebuscar unos pesos en diciembre? ¿Para disminuir los elevados niveles de contagio basta con ordenar el confinamiento, sin alternativas para sobrevivir, sin garantizar una Renta Básica para los hogares humildes? Esta situación requiere de claridad. Las actuales cifras de contagios y muertes por el COVID-19 no son una “cuenta de cobro” por el relajamiento en diciembre. Ahora el “chivo expiatorio” es la cultura ciudadana. A quien se le echa la culpa es al ciudadano de a pie, mientras las autoridades se lavan las manos. Por supuesto que también hay que asumir una responsabilidad individual, pero, tras casi un año padeciendo las consecuencias de esta pandemia, ¿cómo se ha fortalecido el sistema público de salud, de qué forma se ha avanzado en la garantía de una Renta Básica para los más humildes y qué medidas se han tomado para brindar garantías para un retorno seguro a los colegios?
En este sentido, resultó muy acertado un comunicado emitido por el Colegio Médico de Bogotá D.C. el pasado 4 de enero, donde llamaba a las autoridades distritales a declarar la alerta roja hospitalaria. Alerta roja que, en efecto, fue declarada por la Alcaldía el 7 de enero. Pero además de ese llamado, el Colegio Médico de Bogotá solicita a las autoridades de salud una estrategia clara hacia la ciudadanía, ya que señalan además que el aislamiento y la cuarentena no resuelven completamente la situación. Esta agremiación médica manifiesta que las últimas medidas, como las cuarentenas por localidades, no son suficientes si no se educa a la población y no se atienden sus condiciones sociales, que los llevan a no seguir las recomendaciones en salud pública. Este último aspecto es vital, pues la pandemia ha dejado ver las injustas condiciones sociales y económicas en las que vive la mayoría de la población.
Muchos perdieron sus empleos, muchos negocios quebraron. Aumentó la informalidad laboral. Ahora que, de nuevo, se ordena el confinamiento a la gente, vale la pena preguntarnos por el cómo se han preparado los gobiernos distrital y nacional para responder al “segundo pico” de contagios y qué medidas han preparado para atender las consecuencias económicas y sociales del confinamiento. Por lo pronto, pese a lo mucho que extrañamos el colegio, se evidencia que no hay garantías para un retorno seguro a las aulas de clase. La modalidad virtual ha sido desgastante y se ha evidenciado la importancia social del colegio. Para mí ha resultado frustrante llegar como profe al Colegio Nueva Colombia IED y, apenas dos semanas después de iniciar mis labores, presenciar cómo ha cambiado por completo el proceso educativo en el colegio.
Ahora, con la llegada de un año nuevo, además de enviar los mejores deseos para los integrantes de la comunidad educativa de este colegio, quiero hacer un llamado a no desfallecer, a pesar de que éste no será un año fácil. Debemos unir nuestras voces exigiendo garantías para poder trabajar, estudiar y vivir. Si algo nos enseñó el año pasado es que la vida es un bien sagrado, un derecho que juntos debemos defender y que todo gobernante debe respetar. Juntos, seremos capaces de construir esa nueva Colombia donde podamos vivir dignamente y en paz.
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